MANTENGA SUS PENSAMIENTOS PARA CREAR

“Mantenga sus pensamientos en lo que usted se propone crear. Manténgase constantemente con el campo de la intención, y entonces mire las pistas que usted está convocando de la fuente todo-creativa que estén llegando en su vida. “

– Dr. Wayne W Dyer-

Todo lo que empezamos a hacer, cada lugar hacia el que nos dirigimos, está impulsado por nuestra intención. La intención tiene que ver con el deseo, propósito, mira, pretensión, designio, empeño, voluntad, determinación, idea, pensamiento, fin, objetivo, meta, motivo, premeditación, y planeamiento que ponemos tras nuestros pensamientos y acciones. Intención es aquel recurso inherente que tenemos los seres humanos, que compromete nuestra mente, cuerpo y espíritu de tal forma que nos mueve a conseguir lo que deseamos.

Como sucede con otros recursos inherentes y disponibles a nosotros, seres humanos, constantemente olvidamos que el poder de la intención puede ser utilizado deliberadamente, y lo descuidamos, dejando que las cosas empiecen a tomar un rumbo de modo automático. De este modo, habrá intención tras nuestras acciones, pero será una intención automática, no deliberada.

Para empezar a utilizar nuestra intención deliberadamente, primero tenemos que ser honestos y claros acerca de lo que queremos alcanzar, lograr u obtener. Segundo, debemos poner nuestro foco en la meta deseada. Para centrar nuestro foco en esta meta, empezamos por masajear en nuestras mentes la posibilidad de alcanzar esa meta, es decir nos enfocamos en que sí es posible alcanzarla.

En la mente podemos producir pensamientos de nosotros mismos habiendo alcanzado esta meta, y disfrutando el haberlo logrado; más aún podemos crear imágenes mentales de nosotros alcanzando la meta de manera fácil y sin complicaciones, podemos imaginarnos un proceso llevadero y hasta divertido. Así de simple, empezamos a poner en nuestras cabezas ideas de lo que realmente queremos y de lo fácil y divertido que es para nosotros alcanzarlo. Sin tomar aún ninguna acción con nuestro cuerpo, este proceso empieza por establecer nuestras primeras intenciones, empezando por la meta que queremos alcanzar, luego la aceptación de la posibilidad de que ésta pueda ser alcanzada por nosotros, y finalmente el diseño de un proceso simple y placentero para alcanzar nuestra meta.

Un vasto número de personas no se da cuenta que ya vienen haciendo este proceso, pero en la dirección opuesta. Estas personas desean algo pero llenan sus cabezas con pensamientos de imposibilidad, limitación, culpa, menosprecio, dificultad y muchas otras cosas más, que sólo debilitan y hasta aniquilan la posibilidad de alcanzar una meta fructífera.

Al establecer nuestra intención, estamos estableciendo las reglas de juego que estamos dispuestos a jugar en la consecución de nuestra meta. Antes de empezar a tomar cualquier acción, a través de nuestra intención estamos eligiendo hacer que esa meta sea posible de alcanzar para nosotros o no, el proceso empieza en nuestras mentes, y tenemos la libertad de diseñar muchos de sus componentes. Este diseño también determinará de qué manera nos desenvolveremos en el momento de tomar acción, esto será con una mente creativa, inventiva o todo lo contrario. Empieza hoy, ten la intención de entender bien este concepto, ponlo en práctica, si es preciso investiga un poco más. A medida que empieces a desenvolverte mejor, pon tu intención en que más gente también lo haga, comparte estos conceptos con la gente que conozcas.

Aprende y comparte, empodérate y empodera a otros!

Deepak Chopra nos brinda con cinco pasos para poner en práctica la ley de la intención y el deseo. Cuando sigamos estos cinco pasos para cumplir nuestros deseos, la intención generará su propio poder:

1. Entremos en el espacio de la conciencia pura. Eso significa ubicarnos en medio de ese espacio silencioso que hay entre los pensamientos, entrar en el silencio, ese nivel de sólo ser que es nuestro estado esencial.

2. Una vez establecidos en ese estado de sólo ser, liberemos nuestras intenciones y nuestros deseos. Cuando uno está realmente en ese espacio, no hay pensamiento, no hay intención; pero en cuanto sale de él, en esa unión entre el espacio silencioso y un pensamiento, es posible introducir la intención. Si tenemos una serie de metas, escribámoslas y concentremos nuestra intención en ellas antes de entrar en el espacio silencioso.

Si deseamos una carrera de éxito, por ejemplo, debemos entrar en el espacio silencioso con esa intención, y así la intención ya estará allí como una tenue llama vacilante en nuestra conciencia. Liberar las intenciones y los deseos en este espacio significa sembrarlos en el suelo fértil de la potencialidad pura y esperar a que florezcan en el momento propicio. No es conveniente desenterrar las semillas de los deseos para ver si están creciendo, o aferrarse rígidamente a la manera como deberán desarrollarse. Lo único que hay que hacer es dejarlas libres.

3. Permanezcamos en el estado de auto-referencia. Esto significa permanecer establecidos en la conciencia de nuestro verdadero yo – nuestro espíritu, nuestra conexión con el campo de la potencialidad pura. También significa no vernos a nosotros mismos a través de los ojos del mundo, o dejarnos influir por las opiniones y las críticas de los demás. Una buena manera de mantener el estado de auto referencia es no divulgar nuestros deseos; no compartirlos con nadie, a menos que la otra persona tenga exactamente los mismos deseos que nosotros y entre los dos exista una unión fuerte.

4. Renunciemos a nuestro apego al resultado. Esto significa renunciar a nuestro rígido interés por un resultado específico y vivir en la sabiduría de la incertidumbre. Significa disfrutar cada momento de la jornada de la vida, aunque desconozcamos el desenlace.

5. Dejemos que el universo se encargue de los detalles. Nuestras intenciones y nuestros deseos, una vez liberados en el espacio silencioso, tienen un infinito poder organizador.
Confiemos en que ese infinito poder organizador de la intención orquestará todos los detalles por nosotros.

Recordemos que nuestra verdadera naturaleza es el espíritu puro. Llevemos la conciencia de este espíritu a donde quiera que vayamos, liberemos suavemente nuestros deseos, y el universo manejará los detalles por nosotros.